El Oso Pardo o Ursus arctos, es sin duda uno de los mejores pescadores del mundo animal, el oso pardo es omnívoro, o sea que come carne y frutos de algunos arbustos, por ejemplo. En primavera y otoño su alimentación se basa en vegetales aunque, claro, aprecian la carroña. Como la mayoría sabe la comida preferida del oso pardo es la miel. También come pequeños insectos e invertebrados. En el momento de remonte de los salmones también se acercan a toda clase de ríos, desde pequeños arroyos hasta ríos de más de un kilómetro de ancho, para pescar salmones y algunos se especializan en venados y otros tipos de ciervos.
El oso pardo vive en América del norte y en el norte de Asia y Europa. Vive entre 25 y 30 años de edad; el récord de vida en estado silvestre es de 34 años y en cautiverio es de 47 años. Su longitud varía de 1,50 a 2,95 m. y una altura en la cruz de 1,30 m., también su peso varia de 100 a 675 kg. El pelaje del oso pardo puede ser desde marrón oscuro a dorado claro, pasando por distintas gamas de grises. Las crías suelen presentar un collar blanquecino más o menos alrededor del cuello, marca que desaparece habitualmente después de la primera muda de pelaje al año de edad, aunque pueden quedar restos en algunos adultos. El pelaje se renueva una vez al año, en la época estival. No tiene visión muy desarrollada comparada con otros sentidos, aunque si puede ver en color durante la noche. A larga distancia reconocen formas pero no detalles, y detectan mucho mejor animales u objetos en movimiento que inmóviles.
Los osos alcanzan la madurez sexual entre los 3 y los 5 años, son polígamos y su celo tiene lugar entre mayo y julio. En las hembras, la cópula provoca la ovulación(en lenguaje técnico se llama "ovulación inducida"), lo que incrementa sus posibilidades de quedar pregnadas. La implantación es diferida, es decir, el óvulo fecundado flota libremente en el útero y no se implanta hasta el otoño; sólo entonces comienza la verdadera gestación, que dura unos dos meses. En plena hibernación en el mes de enero y en la seguridad de la osera, la hembra pare de una a tres crías, excepcionalmente cuatro, que pesan al nacer unos 350 g, y los oseznos alcanzan los 20/25 kg al cumplir su primer año de vida. Viven con la madre aproximadamente un año y medio. El intervalo entre dos partos es de, al menos, dos años.
Los osos pasan el invierno en un estado de hibernación, utilizando la mayor parte del tiempo para prepararse para el letargo invernal, guardando en los tejidos adiposos un 75% de la energía obtenida de los alimentos. En las ultimas comidas antes de la hibernación, ingiere hierbas y tierra junto a la comida para que se mezcle con la saliva formando un bolo alimenticio que al llegar al intestino grueso colapse el orificio secretor e impida su salida. Gracias a ese "tapón" los alimentos se van amontonando para que así, aparte de la grasa acumulada, también se pueda extraer nutrientes realizando la digestión, eso sí, de una forma más lenta. También utilizan tierra y hierba para acomodar sus madrigueras, en las que duermen con un sueño entrecortado(dormidos pero con los sentidos en funcionamiento), sin variaciones en su temperatura corporal. Cuando despierta, la obstrucción se expulsa sin problemas y es también en este período cuando los osos paren (diciembre o enero) y comienzan a criar a sus hijos.
Las hembras suelen moverse por áreas de algunas decenas de km²(kilómetros cuadrados) que utilizan de forma intensa. Por el contrario, los machos tienen grandes áreas de campeo, que engloban las de varias hembras. Un macho adulto radiomarcado en el actual Parque Regional de Riaño(León) se movió durante cuatro años por una extensión de 2.447 km². La calidad del hábitat tiene una notable influencia sobre la extensión del área de campeo. Los ejemplares que viven en los bosques boreales de coníferas (mucho menos productivos que los bosques caducifolios templados, más típicos de España) tiene áreas de campeo mucho mayores. Por ejemplo, los machos estudiados en Suecia y Noruega se mueven por extensiones de 5.430 km², mientras que las hembras tienen áreas de campeo medias de 345 km².
A nivel general se encuentra en una situación vulnerable con extinciones parciales en toda su distribución coincidiendo con las zonas mas humanizadas y con las subespecies en más alto riesgo de extinción.Las amenazas a las que se enfrentan son variadas y todas provocadas directa o indirectamente por el hombre: cambio climático, destrucción del hábitat, caza furtiva, caza accidental(con trampas) y aumento de presión sobre el hábitat.
El oso pardo vive en América del norte y en el norte de Asia y Europa. Vive entre 25 y 30 años de edad; el récord de vida en estado silvestre es de 34 años y en cautiverio es de 47 años. Su longitud varía de 1,50 a 2,95 m. y una altura en la cruz de 1,30 m., también su peso varia de 100 a 675 kg. El pelaje del oso pardo puede ser desde marrón oscuro a dorado claro, pasando por distintas gamas de grises. Las crías suelen presentar un collar blanquecino más o menos alrededor del cuello, marca que desaparece habitualmente después de la primera muda de pelaje al año de edad, aunque pueden quedar restos en algunos adultos. El pelaje se renueva una vez al año, en la época estival. No tiene visión muy desarrollada comparada con otros sentidos, aunque si puede ver en color durante la noche. A larga distancia reconocen formas pero no detalles, y detectan mucho mejor animales u objetos en movimiento que inmóviles.
Los osos alcanzan la madurez sexual entre los 3 y los 5 años, son polígamos y su celo tiene lugar entre mayo y julio. En las hembras, la cópula provoca la ovulación(en lenguaje técnico se llama "ovulación inducida"), lo que incrementa sus posibilidades de quedar pregnadas. La implantación es diferida, es decir, el óvulo fecundado flota libremente en el útero y no se implanta hasta el otoño; sólo entonces comienza la verdadera gestación, que dura unos dos meses. En plena hibernación en el mes de enero y en la seguridad de la osera, la hembra pare de una a tres crías, excepcionalmente cuatro, que pesan al nacer unos 350 g, y los oseznos alcanzan los 20/25 kg al cumplir su primer año de vida. Viven con la madre aproximadamente un año y medio. El intervalo entre dos partos es de, al menos, dos años.
Los osos pasan el invierno en un estado de hibernación, utilizando la mayor parte del tiempo para prepararse para el letargo invernal, guardando en los tejidos adiposos un 75% de la energía obtenida de los alimentos. En las ultimas comidas antes de la hibernación, ingiere hierbas y tierra junto a la comida para que se mezcle con la saliva formando un bolo alimenticio que al llegar al intestino grueso colapse el orificio secretor e impida su salida. Gracias a ese "tapón" los alimentos se van amontonando para que así, aparte de la grasa acumulada, también se pueda extraer nutrientes realizando la digestión, eso sí, de una forma más lenta. También utilizan tierra y hierba para acomodar sus madrigueras, en las que duermen con un sueño entrecortado(dormidos pero con los sentidos en funcionamiento), sin variaciones en su temperatura corporal. Cuando despierta, la obstrucción se expulsa sin problemas y es también en este período cuando los osos paren (diciembre o enero) y comienzan a criar a sus hijos.
Las hembras suelen moverse por áreas de algunas decenas de km²(kilómetros cuadrados) que utilizan de forma intensa. Por el contrario, los machos tienen grandes áreas de campeo, que engloban las de varias hembras. Un macho adulto radiomarcado en el actual Parque Regional de Riaño(León) se movió durante cuatro años por una extensión de 2.447 km². La calidad del hábitat tiene una notable influencia sobre la extensión del área de campeo. Los ejemplares que viven en los bosques boreales de coníferas (mucho menos productivos que los bosques caducifolios templados, más típicos de España) tiene áreas de campeo mucho mayores. Por ejemplo, los machos estudiados en Suecia y Noruega se mueven por extensiones de 5.430 km², mientras que las hembras tienen áreas de campeo medias de 345 km².
A nivel general se encuentra en una situación vulnerable con extinciones parciales en toda su distribución coincidiendo con las zonas mas humanizadas y con las subespecies en más alto riesgo de extinción.Las amenazas a las que se enfrentan son variadas y todas provocadas directa o indirectamente por el hombre: cambio climático, destrucción del hábitat, caza furtiva, caza accidental(con trampas) y aumento de presión sobre el hábitat.
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