El animal que matamos

Nosotros cazamos muchos animales por necesidad, lo que está bien(siempre y cuando sean de matadero, con la excepción de una situación extrema de vida o muerte), ya que somos depredadores y así nos creó la naturaleza, pero cuando cazamos por el gusto, por plata, por poner la piel de adorno o lo que fuese está mal y no es justo para los animales que no se pueden defender de una injusticia como esta. Pensemos que tienen sentimientos. Pensemos un poco por ellos y por todos, nosotros podríamos salir también afectados.

miércoles, 16 de abril de 2008

Hipopótamo Pigmeo




El hipopótamo pigmeo o Choeropsis liberiensis llega a pesar solamente 270 Kg. Viven en las selvas húmedas del continente africano. Se diferencian de sus hermanos porque éstos prefieren las zonas de ríos y lagos con pasto cerca y, los pigmeos viven en los bosques bajos y en pantanos. El más pequeño de la familia Hippopotamidae no pasa de 1.20 mt. y se ha observado que es menos acuático que su pariente inmediato, así como también de conducta más solitaria. El hipopótamo pigmeo puede ser agresivo con individuos de su misma especie y con los humanos.
Las características físicas son similares a la del hipopótamo común, excepto en las proporciones: hocico y pies anchos y dentadura bastante desarrollada.
En cautiverio, los hipopótamos pigmeos alcanzan su madurez sexual a los 4 ó 5 años de edad, y tienen una expectativa de vida de 35 años.
El hipopótamo, en general, tiene un problema: se le forman pliegues en las articulaciones y allí lo pican los insectos. Para evitarlo se da baños de barro. Se sumerge casi totalmente en los pantanos y permanece quietos hasta que el barro se seca. Una vez cubierta la piel con esa capa seca, los insectos no los molestan y pueden pasar largos ratos fuera del agua sin problema. Además, hay pájaros que se les suben al lomo y lo liberan de los bichos molestos. Cuando el hipopótamo corre, los pájaros continúan arriba de él sin ningún problema.
Subespecies:
Choeropsis liberiensis heslopi
Choeropsis liberiensis liberiensis

Mamíferos introducidos en la Argentina


Las especies introducidas causan un impacto negativo sobre las nativas, ya que se alimentan de las especies del lugar, tanto de fauna como de flora, que no están acostumbrados a su presencia. También pasa que se introducen especies que se alimentan de alguna planta en otro lugar, su lugar de origen, pero que pueden alimentarse de otra que hay en el lugar donde fue introducida. La planta esta puede que tarde más en crecer que la que comía esa especie en su lugar de origen, por lo tanto la planta se empieza a extinguir.
En la Argentina hay 378 especies introducidas de todo tipo de flora y fauna, pero por ahora vamos a hablar sólo de los mamíferos.
Las especies se introducen por varios motivos, por ejemplo, para controlar una plaga. También a veces se introducen especies sin querer, como cuando llegaron los conquistadores europeos que trajeron ratas negras europeas, ratas pardas grandes y ratones comunes en sus barcos.
Algunos animales introducidos en la Argentina son los que lla nombré que trajeron los europeos, el ciervo axis, el ciervo colorado, el antílope negro de la India, el visón, el castor y muchas especies más.
A pesar de que las especies introducidas no estén en peligro de extinción, decidí incluirlas en el blog porque alteran el ecosistema y son un verdadero problema para las especies que realmente son de Argentina.

Chinchilla grande


Chinchilla brevicaudata

Familia: Chinchillidae

También llamado chinchilla de cola corta, chinchilla real o chinchilla del altiplano. Habitan en alturas de alrededor de 2.000 y 5.000 metros sobre el nivel del mar. Vive en manadas, anteriormente de alrededor de 100 ejemplares, que vivían en grietas o en galerías excavadas por ellas. Son de hábitos nocturnos. Se alimenta de césped o arbustos que crecen en su ambiente (la cordillera andina). Se baña en el polvo.



Se la considera una especie en peligro crítico de extinción en Argentina y algunos otros países donde habita. Se lo domestica para proveer al mercado peletero. Se lo intentó de reintroducir en su hábitat pero no tuvo éxito.

domingo, 13 de abril de 2008

Elefante asiático


Hace unos 10 mil años el Elefante Asiático o Elephas maximus habitaba desde el Medio Oriente hasta el sur de China, Indochina y algunas de las islas de Indonesia. Hoy en día su distribución se limita a ciertos lugares en la India, Indochina y las islas de Indonesia. Se le considera amenazado.

Como su pariente el elefante africano (Loxodonta africana), el elefante asiático está provisto de gran cabeza, trompa larga y musculosa, cuello corto, cuerpo grande en forma de barril y patas en forma de columna. Las diferencias entre ambas especies son abundantes: para empezar, los elefantes asiáticos son más pequeños, con 2 o 3,5 metros de altura frente a los 2,7 o 4,0 metros que alcanzan los elefantes africanos. De cabeza abombada, orejas más pequeñas y redondeadas que no cubren los hombros, espalda arqueada y cola proporcionalmente más larga, aunque también coronada por un penacho de pelos negros, los únicos de longitud considerable en su piel dura, gruesa y correosa. Al contrario que los elefantes africanos, no todos los elefantes indios presentan colmillos (que en realidad no son tales, sino incisivos elongados). Estos son largos y de tamaño considerable en la mayoría de los machos, pero las hembras con frecuencia carecen de ellos. De longitud en la cabeza y el cuerpo miden de 5,5 a 6,4 metros. La cola alcanza de 1,2 a 1,5 metros. En cuanto a los otros dientes, poseen 4 grandes molares de dimensiones y reemplazamiento similar a lo ya referido en el artículo sobre el elefante africano, aunque de morfología algo diferente. Los pies de las patas delanteras tienen cinco dedos en forma de pezuña, y los de las patas traseras, cuatro. El extremo de la trompa sólo presenta un lóbulo.
A pesar de sus 5 toneladas de peso, los elefantes indios se mueven con relativa agilidad y de forma bastante segura, incluso en terrenos montañosos. La velocidad promedio de la marcha es de 5 a 6 kilómetros por hora, aunque pueden correr a más de 40 km/h si se asustan o enfadan. Son buenos y resistentes nadadores, cualidad que en el pasado les permitió colonizar algunas islas de Indonesia a las que no se podía llegar caminando, ni siquiera durante la bajada de los mares típica del Pleistoceno.

Los individuos salvajes viven en los bosques tropicales asiáticos, donde se alimentan de una amplia gama de hojas y frutas, en manadas compuestas por hembras (entre las que se encuentra una más vieja, la matriarca, que dirige el grupo), sus crías y a menudo un macho viejo, acompañado ocasionalmente de otro joven. La mayoría de los machos, sin embargo, abandonan el grupo cuando llegan a la adolescencia y llevan a cabo una vida solitaria, acercándose solamente a las manadas de hembras cuando perciben por infrasonidos que una de ellas desea reproducirse. Es entonces cuando los machos compiten entre sí, y el que resulte vencedor se aparea con la hembra en caso de que ella lo acepte. Después de 22 meses nace una única cría que mama, en ocasiones, hasta los 5 años, aunque puede seguir a la manada a los 3 o 4 días de nacer y hacia los 6 meses ya comienza a ingerir materia vegetal. Las crías son vulnerables a los ataques de los leopardos y especialmente de los tigres, por lo que los integrantes de la manada cooperan para no perder de vista a los más pequeños.

El "must"

Uno de los aspectos más intrigantes de los elefantes asiáticos es un estado que se abate en ocasiones sobre los machos de esta especie, conocido en la India como must. Se trata de una especie de "locura" que puede afectar a los individuos masculinos en cualquier época del año y sin razón alguna aparente. Durante un tiempo variable (siempre inferior a un mes), el elefante se vuelve peligroso y ataca a casi cualquier cosa que se le acerque. También expulsa una secreción oleaginosa de color ocre que le resbala por las mejillas y tiene un mayor apetito sexual, aunque parece que las hembras suelen evitar a los machos en estado de must y rara vez acceden a aparearse con ellos, prefiriendo a los individuos no afectados. Los elefantes afectados también orinan y defecan con más frecuencia, marcan los árboles que encuentran con los colmillos y se hacen respetar por los machos no afectados.


El elefante indio ha sido domesticado desde tiempos muy antiguos en el sureste asiático con el fin de llevar cargas, ayudar en la construcción (normalmente cargando y levantando vigas) o transportar personas. En tiempos de guerra se le ha usado también para llevar armas y piezas de artillería (cosa que han hecho incluso durante el siglo XX) y combatir, dotándole a menudo de armadura y poniéndole pinchos en las patas y "espadas" en los colmillos, así como cargando arqueros sobre su espalda. Los elefantes asiáticos han formado parte de las tropas de Ciro el Grande, Alejandro Magno y Pirro de Epiro, entre otros reyes de la antigüedad. En la actualidad son los reyes de los espectáculos circenses y una de las atracciones turísticas más solicitadas en el sureste asiático, donde cargan a los visitantes sobre su espalda mientras dan un paseo por la selva.
Los elefantes se reproducen rara vez en cautividad, por lo que la gran mayoría de los individuos domésticos han sido capturados ya adultos en estado salvaje. El método tradicional para hacerlo es el kedah, de origen indio, en el que los hombres rodean una manada y la van empujando hacia un redil de madera, donde separan los individuos más interesantes y devuelven el resto a la selva. Los individuos escogidos son encadenados a un árbol y aislados mientras se habitúan a la gente. Unos días después reciben la visita del cornaca o mahout, sentado inicialmente sobre otro elefante domesticado, que comienza su adiestramiento. Pasará un tiempo antes de que los elefantes permitan al mahout sentarse sobre su lomo y posteriormente sobre su cuello, momento a partir del cual ya son totalmente dóciles y obedientes.

Por su utilidad desde tiempos antiguos, los elefantes indios son profundamente respetados en Oriente y forman a menudo parte de los relatos religiosos. Así, por ejemplo, el dios Ganesh del hinduismo tiene cabeza de elefante; en el budismo, los elefantes blancos son sagrados porque se dice que la madre de Buda, Maya, quedó embarazada de él tras soñar que un elefante albino se introducía en su matriz. Este respeto se ha visto acrecentado por el hecho de que los elefantes indios pueden captar infrasonidos y vibraciones del suelo, lo que les permite alertar de uno de los frecuentes terremotos que se abaten sobre su zona de distribución antes de que los humanos sospechen siquiera que vaya a producirse. Por ejemplo, antes de que el gran tsunami de las navidades de 2004 se estrellara contra las costas de Tailandia, los elefantes que formaban parte de una excursión turística "lloraron" según sus cuidadores y, agarrando a los turistas con la trompa los subieron uno a uno sobre su lomo para después huir tierra adentro, salvándoles la vida.
Los elefantes indios son cazados por cazadores furtivos mucho más raramente que los elefantes africanos, pues la facilidad con que se capturan individuos salvajes vivos (a los que se suele cortar los colmillos) hacen que su marfil no sea un bien excesivamente difícil de conseguir. De todos modos, la destrucción de su hábitat natural para dejar paso a la agricultura y el hecho de que los animales domesticados casi no se reproduzcan han situado a la especie igualmente al borde de la extinción.

Se diferencian cuatro subespecies de elefantes asiáticos:
"Elephas maximus maximus"
"Elephas maximus indicus"
"Elephas maximus sumatrensis"
"Elephas maximus borneensis"

sábado, 12 de abril de 2008

Venado de las pampas


Ozotoceros bezoarticus
Familia: Cervidae
También conocido como ciervo de las pampas o gamo. Se lo puede ver solo en un grupo de 4 individuos o menos, pero no más de eso. Prefiere los terrenos abiertos que un bosque. El macho es el único que tiene cuernos. En sus pata tiene una glandula que segrega olor a ajo. Este olor a ajo se hace más fuerte en el final del verano, durante la época de celo, donde se puede oler a un kilómetro de distancia. Las crías nacen en el final del invierno. Nacen con manchas en la piel para camuflarse en los pastizales. Este pelaje manchado lo mantienen hasta los 3 meses para luego quedar de un tono rojizo claro como el de la foto.
La Fundación Vida Silvestre los protege en el reserva Campos del Tuyú(provincia de Buenos Aires). Está en estado crítico. Es Monumento Natural de las provincias argentinas de San Luis y Buenos Aires. Sus principales problemas son la pérdida del habitat, enfermedades del ganado, caza furtiva y la caza con perros. Se calcula que hay menos de 2.000 ejemplares en Argentina.
Por suerte se está tratando de conservarlo. Ojalá que esos planes de conservación funcionen.

viernes, 11 de abril de 2008

Oso Pardo



El Oso Pardo o Ursus arctos, es sin duda uno de los mejores pescadores del mundo animal, el oso pardo es omnívoro, o sea que come carne y frutos de algunos arbustos, por ejemplo. En primavera y otoño su alimentación se basa en vegetales aunque, claro, aprecian la carroña. Como la mayoría sabe la comida preferida del oso pardo es la miel. También come pequeños insectos e invertebrados. En el momento de remonte de los salmones también se acercan a toda clase de ríos, desde pequeños arroyos hasta ríos de más de un kilómetro de ancho, para pescar salmones y algunos se especializan en venados y otros tipos de ciervos.
El oso pardo vive en América del norte y en el norte de Asia y Europa. Vive entre 25 y 30 años de edad; el récord de vida en estado silvestre es de 34 años y en cautiverio es de 47 años. Su longitud varía de 1,50 a 2,95 m. y una altura en la cruz de 1,30 m., también su peso varia de 100 a 675 kg. El pelaje del oso pardo puede ser desde marrón oscuro a dorado claro, pasando por distintas gamas de grises. Las crías suelen presentar un collar blanquecino más o menos alrededor del cuello, marca que desaparece habitualmente después de la primera muda de pelaje al año de edad, aunque pueden quedar restos en algunos adultos. El pelaje se renueva una vez al año, en la época estival. No tiene visión muy desarrollada comparada con otros sentidos, aunque si puede ver en color durante la noche. A larga distancia reconocen formas pero no detalles, y detectan mucho mejor animales u objetos en movimiento que inmóviles.
Los osos alcanzan la madurez sexual entre los 3 y los 5 años, son polígamos y su celo tiene lugar entre mayo y julio. En las hembras, la cópula provoca la ovulación(en lenguaje técnico se llama "ovulación inducida"), lo que incrementa sus posibilidades de quedar pregnadas. La implantación es diferida, es decir, el óvulo fecundado flota libremente en el útero y no se implanta hasta el otoño; sólo entonces comienza la verdadera gestación, que dura unos dos meses. En plena hibernación en el mes de enero y en la seguridad de la osera, la hembra pare de una a tres crías, excepcionalmente cuatro, que pesan al nacer unos 350 g, y los oseznos alcanzan los 20/25 kg al cumplir su primer año de vida. Viven con la madre aproximadamente un año y medio. El intervalo entre dos partos es de, al menos, dos años.
Los osos pasan el invierno en un estado de hibernación, utilizando la mayor parte del tiempo para prepararse para el letargo invernal, guardando en los tejidos adiposos un 75% de la energía obtenida de los alimentos. En las ultimas comidas antes de la hibernación, ingiere hierbas y tierra junto a la comida para que se mezcle con la saliva formando un bolo alimenticio que al llegar al intestino grueso colapse el orificio secretor e impida su salida. Gracias a ese "tapón" los alimentos se van amontonando para que así, aparte de la grasa acumulada, también se pueda extraer nutrientes realizando la digestión, eso sí, de una forma más lenta. También utilizan tierra y hierba para acomodar sus madrigueras, en las que duermen con un sueño entrecortado(dormidos pero con los sentidos en funcionamiento), sin variaciones en su temperatura corporal. Cuando despierta, la obstrucción se expulsa sin problemas y es también en este período cuando los osos paren (diciembre o enero) y comienzan a criar a sus hijos.
Las hembras suelen moverse por áreas de algunas decenas de km²(kilómetros cuadrados) que utilizan de forma intensa. Por el contrario, los machos tienen grandes áreas de campeo, que engloban las de varias hembras. Un macho adulto radiomarcado en el actual Parque Regional de Riaño(León) se movió durante cuatro años por una extensión de 2.447 km². La calidad del hábitat tiene una notable influencia sobre la extensión del área de campeo. Los ejemplares que viven en los bosques boreales de coníferas (mucho menos productivos que los bosques caducifolios templados, más típicos de España) tiene áreas de campeo mucho mayores. Por ejemplo, los machos estudiados en Suecia y Noruega se mueven por extensiones de 5.430 km², mientras que las hembras tienen áreas de campeo medias de 345 km².
A nivel general se encuentra en una situación vulnerable con extinciones parciales en toda su distribución coincidiendo con las zonas mas humanizadas y con las subespecies en más alto riesgo de extinción.Las amenazas a las que se enfrentan son variadas y todas provocadas directa o indirectamente por el hombre: cambio climático, destrucción del hábitat, caza furtiva, caza accidental(con trampas) y aumento de presión sobre el hábitat.